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Mari, mari, peñi Villalobos


Sergio Villalobos pública una carta en El Mercurio en ella el destacado historiador trasciende su disciplina y de manera arriesgada, como corresponde a  todo buen erudito, se involucra en temas antropológicos y lingüísticos, señalando que hoy en día enseñar Mapudungun en las escuelas sería un saber inútil porque no hay  población hablante y cero  interés por aprender la lengua.


Villalobos es un  maestro, no sólo de la historia, también de la polémica, qué duda cabe, no hay historiador chileno que se le compare, conocedor como debe ser del español castizo que hoy nadie habla, su vida debe transcurrir traduciendo y hojeando con guantes quirúrgicos y sumo  cuidado para no destrozarlos papeles añejos y amarillentos de los cronistas  de época.

Porque el maestro debe leer hasta latín, otra casi lengua muerta, por si acaso en su búsqueda de documentos históricos se topa con alguno escrito por uno de esos curas antiguos, amantes de la caligrafía, gramática y el vocabulario latino, esa lengua del conocimiento y de la liturgia  que duró hasta el Concilio Vaticano II, pero  hoy día parece que ni los curas  la hablan en misa, salvo el Papa que lo debe hacer de manera obligada e, imagino, que  Villalobos que lo tiene que hacer por gusto.

Pero como el mapudungun era una lengua ágrafa, no tuvo oportunidad Villalobos de encontrarse con documentos escritos, los tratados y parlamentos entre mapuches, españoles y chilenos fueron redactados en castellano y sabemos que recurrir a fuentes orales vivas cuesta encontrarlas y  para el maestro pueden carecer de todo rigor historiográfico. 

Por lo anterior, además que los trabajos  sociolinguísticos de Elisa  Loncon o Victor Naguil sobre la lengua mapuche, deben estar  escritos en formato Word, digitales o difundidos por Scielo, el historiador no tiene cómo conocerlos y para reafirmar su argumento tenga que mencionar que guarda entre sus papeles una carta en la que se menciona una cita de Eduardo Díaz Herrera, el ex alcalde de Toltén -eterno candidato a parlamentario en la Araucanía,  quien fuera uno de los  fundadores de Patria y Libertad, entrañable amigo de Pablo Rodríguez Grez e integrante del Frente Amplio, quien se define como Defensor del Pueblo Mapuche, en su blog habla textualmente del Wallmapuche -  porque para Villalobos, como decía el eslogan de campaña  de Díaz Herrera: “Este gallo canta claro".


Lo lamento por la Defensoría Penal Pública, que bregó por sacar un glosario jurídico mapuche, porque si seguimos a Villalobos resultaría ser, un saber inútil.  



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