Circula por correo electrónico
y redes sociales una solicitud para firmar una carta y adherirse a la exigencia
de que el Comando Jungla, abandone La
Araucanía, que lleva ya 30 mil firmas y se espera llegar a las 70 mil.
Dicha misiva yo, que soy una persona
precavida, me niego de manera tajante a firmar, y no porque esté a favor de la
excesiva presencia policial en el wallmapuche; o de que esté de acuerdo que los uniformes verdes caqui mimetizados en
el desierto verde repriman a las comunidades mapuches de la zona en conflicto; sino, más bien, porque temo que el remedio resulte peor que la enfermedad, ya que si ante la presión social el grupo antiterrorista especializado de
Carabineros hace un efectivo abandono de La Araucanía, como es lógico que si uno se va, otro
debe llegar a ocupar su lugar, y no creo que este sea, Tarzán o Jim de la Selva, por cierto, ¿quién me asegura que al gobierno no se le ocurra soltar a King Kong?
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