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Trascender



Para Andy Warhol, lo importante no era vivir eternamente sino crear algo que perdure, aunque  el fundador del arte pop lo tiene que haber dicho pensando en los artistas, también puede funcionar para los juristas.

Porque si bien todo juez sueña que sus fallos sean citados en jurisprudencia, no hay duda que el anhelo más profundo e inconfesable  es llegar a sentar doctrina. Transcender la mera judicatura local, servir de base para el derecho internacional, ser citado frecuentemente en estudios de derecho comparado, superar la breve existencia mortal de todo juez, perdurar en el tiempo, ser recordado.

Algo similar debiera ocurrir con el fallo que otorgó la libertad condicional a un grupo de presos del Penal de Punta Peucocondenados por delitos de lesa humanidad.

Ya que tal como le ocurrió a Ricardo Lagos, de quien nadie recuerda su mandato por sus logros en los ámbitos económicos, sociales y culturales, sino por los errores en la implementación del Transantiago y el CAE.

A los tres ministros de la Suprema que firmaron el fallo no se les recordará por otra cosa que no sea el fallo que liberó de la cárcel a represores de Derechos Humanos.

Como le puede ocurrir a  un excelente médico a quien se le acusa por mala praxis médica, porque en el quirófano cometió un error garrafal, prescribió una dosis inadecuada en una receta o no efectuó de manera oportuna un  procedimiento que trajo como consecuencia la muerte de la persona más querida del del pueblo, el común de la gente al momento de juzgarlo no valorará cuántas vidas el galeno ayudó a salvar,  sino que persistirá en el tiempo el último y quizás único error médico que cometió.

Aunque la acusación constitucional contra los jueces no prosperó, en la memoria colectiva no perdurará la vocación de justicia y respeto a los derechos humanos que estamparon en fallos anteriores, sino por el que dio la libertad a los violadores, ya que si hay algo que valoran las antiguas, actuales y nuevas generaciones es la inviolabilidad de los derechos humanos.  

Como los jueces hablan a través de sus sentencias, queda para el recuerdo la argumentación de  Jorge Correa Sutil, abogado de uno de los ministros acusados, quien manifestó en el hemiciclo que la acusación constitucional  “no va a enmendar lo resuelto”.

Lo anterior confundió a muchos porque no se entendía si actuaba como defensor o acusador, y si bien en un principio pudo llamar a engaño e interpretarse como un reconocimiento a que con el fallo la embarrada estaba hecha y de poco y nada serviría seguir discutiendo; lo que el fondo expresaba es que con su sentencia los tres ministros, al igual que obra del mejor artista pop, tienen la gloria asegurada.


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