Al expresar su intención de ser
candidato a Presidente, es de imaginar que el círculo rojo se volvió eufórico, a
punto de perder casi toda compostura, no podría ser de otro modo porque presumen,
previo sondeo entre ellos y sus conocidos, al igual que en ocasiones anteriores,
que esta vez sí Ricardo Lagos retornaría a la Moneda, aunque sea el hijo Ricardo
Lagos Weber y no su progenitor
Porque desde que Lagos dejó los
pasillos de palacio, sus cortesanos anhelan que no sea privativo de los Eduardo
Frei repetirse el plato en la Casa de Gobierno, si bien los intentos
fueron varios y vanos, el ejemplo a seguir ahora son los George Bush de Norteamérica,
para que el año 2022 Ricardo El Grande sea invitado a la asunción del Pequeño. Igual que un remake de películas famosas, pero con otros actores, ya que es muy raro que una misma
película, con idéntico guion, la protagonice dos veces la misma persona y sea un éxito de taquilla
Es en el cine donde, a diferencia
de la política, los artistas para desligarse de cargar con el apellido y logros
del padre optan por cambiarse el nombre con el fin de que le reconozcan por méritos
propios y no por los éxitos de quien los engendró, buscan hacer carrera en Hollywood
al igual que cualquier hijo de vecino, no obtener papeles estelares por ser el hijo
del vecino famoso.
Pero en política es
diferente, se cree que el apellido pesa y se coincide con el nombre mucho más, sirve incluso para ahorrar lucas en las campañas, llegar casi gratis al parlamento y, en el mejor de los casos, a la primera magistratura del país. Eso siempre y cuando perdure el
legado del padre, cuando este se apaga o es criticado lo que antes era sincera
adhesión, ahora provocará franco rechazo.
Ser candidato con su nombre
o utilizar solo el materno es la duda que debe enfrentar el senador Ricardo
Lagos Weber, aunque desde el círculo rojo le advierten que lo de Ricardo Weber le entregaría
menos votos, debe también interrogarse si como Ricardo Lagos obtendría algunos más.
Mientras tanto Joaquín Lavín,
que también tiene un hijo que lleva su nombre y es diputado, desde la alcaldía
de Las Condes observa expectante, como en su momento dijo que no habría votado por
el Sí el año 88 de haber conocido los casos de violaciones a los DD.HH; luego
se declaró bacheletista-aliancista; por su reciente, y aplaudida, política
habitacional inclusiva, no faltará mucho para que se declare frenteamplista y
diga que también apuesta a las presidenciales del 2021.
Se replicaría entonces la
epopéyica disputa Lagos-Lavín que inauguró el siglo XXI, no será la misma, por
cierto, porque esta vez a Juaco se le más seguro, pensará que como estuvo a un
tris de ganar al Ricardo Lagos de verdad, poco le costaría superar a la copia.
Comentarios
Publicar un comentario