El regodeón

Aunque me digan que soy un imbécil inconformista, regodeón y malagradecido sigo sin comprender que el Seremi del Ministerio de Obras Públicas en Magallanes anunciara que la “Ampliación del Aeropuerto sería la obra emblemática de los 500 años del Descubrimiento del Estrecho”.

Porque lo del aeropuerto me suena un poco raro, no lo entiendo, será de puro ignorante que uno es, ya que para conmemorar el Descubrimiento esperaba que se reafirmaría la vocación marítima de la Región de Magallanes y su Estrecho, que se opacó tras la creación del Canal de Panamá, inaugurando para ello el más imponente terminal portuario de la Patagonia austral.

Porque sucede que me crecí creyendo que en 1520 Hernando Magallanes encontró la vía marítima que une el océano Atlántico con el Pacífico, para su travesía utilizó carabelas castellanas  gobernadas por una palanca, el timón de rueda se inventó muchos después, de estas embarcaciones la más famosa es la Nao Victoria cuya replica hay una en Puerto San Julián, Argentina y otra a orillas del Estrecho en Punta Arenas.

Pero puede que yo esté equivocado, algo natural en mí por lo demás, y resulte que para su viaje Magallanes fabricó el Ornitóptero, la maquina voladora de Leonardo Da Vinci, porque el aeroplano de los hermanos Wright recién se elevó a los cielos en 1903. O bien que la primera circunnavegación del Globo que inició Magallanes y la finalizó Elcano, se realizó en uno aerostático.