Hay quienes para soportar las huellas inexorables del reloj
biológico, porque pese a todos nuestros esfuerzos por intentar detenerlo el
tiempo pasa, tratan de convencerse a sí mismos con aquello de que los años
pasen por fuera, pero no por nuestro interior.
Lo anterior quedo plasmado en aquella vieja canción
“Forever young” de Alphaville y no quiere decir que uno deba siempre comportarse como joven, porque resulta patético que nos digan que parecemos de veinte,
cuando tenemos sesenta, a no ser que uno se presuma de Dorian Grey, o acaso Susana
Gimenez o Mirtha Legrand que a los 80 están casi como pibas de 18,
quien hubiera imaginado que tanto buscar la fuente de la eterna juventud y resulta que era de acero
quirúrgico, por lo que hoy, contra natura, madres e hijas pueden vestirse iguales.
Como “es difícil llegar a viejo sin una causa”
Soledad Alvear con cónyuge incluido anunció que se retira del Partido Demócrata
Cristiano, en el que participa de niña cuando de la mano de su padre caminó “La
Marcha de la Patria Joven”.
Desde que Ricardo Lagos frustró sus aspiraciones
presidenciales prefiriendo a Michelle Bachelet, no obstante ella se la había jugado
con crucifijo y todo por él en segunda vuelta, Soledad Alvear, aunque intentó
disimularlo, nunca fue la misma, ni su paso por la Cancillería ni como senadora,
reparó en algo lo que la decisión de Lagos
le debe haber afectado.
Si a lo anterior se suma la creación de la Nueva Mayoría
y una figura de Bachelet avasalladora, opacaron
a la líder natural democristiana y debió conformarse con ver como el férreo electorado
decé se extinguía de a poco y con ello más aún sus deseos de un día llegar La
Moneda.
Si bien nunca estuvo en la fracción chascona de la
decé y no porque usara moño, sino más bien el pelo suelto, a sus 67 años un aire de renovada rebeldía juvenil parece animarla por estos días y como si quisiera
emular a sus camaradas de la JDC que en
los años sesenta formaron el Mapu o la Izquierda Cristiana, recordando que también
fueron los Jóvenes de la Acción Católica que formaron la Falange Nacional y
luego el PDC, Soledad Alvear anuncia que espera formar un nuevo movimiento de
inspiración humanista y cristiana.
Como
sabe que tiene entusiasmar a los jóvenes señala que este movimiento será “Moderno y eficiente en su organización, con un espacio y
liderazgo privilegiados a los más jóvenes, que haga gala del grito falangista
de ¡Juventud chilena adelante!”, eso sí con vocación de servicio y libre de ambición
de poder, algo así como un movimiento de chicos y chicas misioneros anunciado por
el país la Buena Nueva.
Lo que es la
Alvear por ganas no se queda atrás, después de todo quiere retomar “la mística del carbonero falangista”, aunque el
oficio del carbonero se extinguió hace rato y solo están para muñecos de cera
en los museos ferroviarios.
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