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Lagunas mentales


La polémica del financiamiento de la política me llevó, muy a mi pesar, a preocuparme de cómo financiaré mi jubilación, es que, aunque me haga el tonto, cuestión que me cuesta poco por lo demás, ingresé al sistema de manera tardía, tengo muchas lagunas previsionales y sé bien que recibiré cuatro chauchas, así que optaba por chutear la pelota para más adelante, capaz que me muera antes y santo remedio, pero con lo que pasó con Penta decidí ocuparme de mi futuro. 
Ojalá retirado de la vida laboral remunerada pueda seguir escribiendo, porque leo y releo a Facundo Manes y tengo claro que si bien uno debe jubilarse, no por eso retirarse de las cosas que le agradan, y a mí esto de disparatear en word me encanta.
Como hay que cuidar el mate, más que acabar tirando migas de pan a las palomas en los parques, quisiera hacerlo aprendiendo a tocar guitarra, un día sorprender a Yislén sacando “El hombre que vendió al mundo”, de David Bowie, aunque ella preferiría que fuera “Hard Headed Woman”, de Cat Stevens que escucho mientras escribo esto.
Pasa que estoy en  búsqueda de un emprendimiento comercial, por cierto que en mi pueblo, ya que, según me comenta Guillermo, al final todos vamos a terminar en el turismo en Natales. Sé que existen fondos públicos que nadie postula, anduve averiguando en Corfo, Fosis, Sercotec y me enviaron a Chile Emprende.
Pero como hace unos años a través de una columna de Gabriel Boric en El Magallanes me enteré que financió su campaña vendiendo en el Carnaval de Invierno de Punta Arenas y, también, con curantos, comidas y bailables, confidenció esó sí que unas iniciativas fueron más exitosas que otras. 
Si pagó su diputación con puros quequitos, milcaos, chapaleles y sangoloteos, parafraseando en parte a Lanata ¡Vamos chicos, que este pibe, está perdiendo plata  mejor que se vaya a Wall Street o Sanhattan! a no ser que con el apoyo de las redes sociales que tiene quiera emular a Obama, porque, el tipo va para presidente, aunque para financiar la campaña nuestro perenne dirigente estudiantil deba hacer hasta de turronero a las salidas de los colegios.
Mi prioridad debiera ser entonces pedir pronto una entrevista con el honorable para que me aconseje, porque si él pudo financiar su emprendimiento político ¿por qué yo no el mío?
Pero, no me engaño, sé que como tantas otras cosas que emprendo las olvido luego ya que, como dije, padezco de lagunas, más bien océanos mentales, y se quedan en el intento las brillantes ideas que tengo. 

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