Ir al contenido principal

Cariño malo

Toda ruptura matrimonial es dolorosa, ya sea que la responsabilidad del quiebre sea individual o compartida, cuando se llega a violencia física, psicológica o abunda la infidelidad, la relación se vuelve insoportable, peligrosa, enfermiza lo mejor es terminar y abandonar el hogar común, pero aunque se diga que el tiempo cura todo siempre quedan heridos en el camino y cicatrices difíciles de cerrar.
Mariana Aylwin dijo tras su retiro del partido democristiano que “no se puede estar en una casa donde el marido te golpea todos los días y no te vas”, asumiendo ser una víctima más de la violencia machista. En su ex  partido negarán cualquier acto de VIF (violencia intrafamiliar) y le recordarán que un matrimonio sano no soporta la infidelidad.
Aunque mi madre, que era decé, me enseñó que en discusiones de pareja era mejor no meterse porque al final terminan abrazados, tal vez Mariana espera la solidaridad de sus ex camaradas o, al menos, un cartel  de: “Ni una Mariana más, ni una menos”, en el frontis del hogar partidario en la Alameda Bernardo O´Higgins.


Comentarios