El ranking Forbes que ubicó a Bachelet en el
cuarto lugar de las mujeres políticamente más poderosas del mundo, vino a
dar razón a los gurú que expresaron que el nicho natural
de Bachelet es la gran política internacional, a lo mejor era verdad,
entonces, que no quería volver a ser candidata, pero nobleza obliga no
podría negar el favor a la centro izquierda de retomar La Moneda.
En la política
doméstica, de nuestro estrecha aldea, sufrimos un desengaño y le criticamos porque está con
sobrepeso, por su su forma de vestir, que se volvió poco franca, que carece de liderazgo, hasta que no tiene
la estatura de estadista de Ricardo Lagos, porque es más bien bajita como Isabel Allende, a la escritora me
refiero.
Pero como Bachelet
resultó bastante más astuta de lo que muchos imaginábamos, no debiera
extrañarnos que si se lo proponen los líderes de la Aldea Global llegue a ser la Secretaria General de la ONU,
cargo al cual siempre aspiró Lagos, eso sí no al de ONU Mujer porque allí estuvo y estos últimos años aprendió que es un tanto ingrato repetirse el plato.
Es que la diosa Fortuna
-no a la riqueza material me refiero- la favorece porque
Bachelet es de esas personas que sin tener un envolvente aura carismática, sí posee una simpatía y sencillez que ha aprendido a explotar: buena pa' la talla, baila cumbia, canta y toca guitarra incluso debe creer firmemente que existe la otredad (aunque en ocasiones como se esforzara en demostrar lo contrario), que tiene al poder político mundial como encandilado.
Con tales
atributos Bachelet sabe que cae parada en cualquier lado, incluso en un tanque como cuando la colocó Lagos, es que de manera natural, sin
siquiera proponérselo, quizás a pura
intuición, sabría cuando uno debe aprovechar su
momentum.
Las chilenas - y todos
nosotros- deberíamos, entonces, estar orgullosas y orgullos de Michelle,
tanto como lo estamos de Gabriela Mistral, porque también admiramos a la
gran poetisa ¿no es verdad? aunque ella prefiriera vivir en Estados
Unidos y no sería raro que Bachelet tome igual camino.
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