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Un lector de ensueño

Soñé con Guillier lo encontraba en una sede vecinal de Punta Arenas, resulta  que nos conocíamos porque nos saludamos familiarmente, me dijo ¡Hola! preguntó cómo estaba, luego tomó mi brazo me llevó fuera de la sala allí, verificando que no había nadie más que él y yo, me comentó algo sobre los textos que, al parecer, solía enviarle.

-“Pero ¿sabes? mejor borra la nota de Bachelet”, dijo.

Sonreí burlonamente y  le respondí que no se podía, además “Alejandro esto que me estás diciendo se va a saber”, desperté y me sentí importante, al menos en mis sueños alguien me leía. 

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