El Magallanes
de hoy domingo difunde la noticia de la publicación
de los libros “Vampire: Relatos patagónicos” y “El hijo de Asherah”, ambos de
monstruos con colmillos y ambientadas en
Fuerte Bulnes y Punta Arenas, cuyo autor
Jorge
Luis Uribe Soto, es un magallánico residente en Argentina.
Pero la relación de los magallánicos con los chupasangre ha sido de antaño y no sólo para capítulos del terrorífico radioteatro “el Siniestro Doctor Mortis”, del puntarenense Juan Merino, que después se convirtió en comic, sino porque más que estar presente en la ficción, han sido parte de nuestra historia regional, incluso en Natales el año 1919 los obreros se levantaron contra ellos como bien lo consigna el periódico “El Trabajo” de la Federación Obrera local, en su edición del 26 de enero del año 1919: “(…)La explotación escandalosa de los dioses de la fortuna: Braun y Blanchard, sembraron el hambre y la miseria en el pueblo, y los trabajadores conscientes de sus derechos se levantaron al unísono pidiendo justicia y tasa en la explotación de los vampiros del pueblo”. Cabe consignar que producto del hecho varios trabajadores resultaron muertos.
Ahora bien si los chupasangre son reales,
serían también inmortales, a lo mejor, sin darnos cuenta, todavía convivimos diariamente con los parientes
de Drácula, y no precisamente como esos de “Vampiros en la Habana”, habría entonces
que andar de noche con mucho cuidado por las calles de Natales, Punta Arenas, Porvenir, Cabo de
Hornos, estepas y pampas australes no vaya ser cosa que nos encontremos
con uno al que le empiecen a aflorar colmillos, o le venga una sed irrefrenable
por tomar ñache; pero sería puro cuento porque en Magallanes, no creo que hoy en
día haya tipos pretenciosos, tanto que ni deben usar espejo.
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