Ir al contenido principal

El regalo de Papá

 Puede usted ser el ser tipo más apático y poco cariñoso que hay, como yo, que, en caso que tenga hijos o hijas, para el Día del Padre, recibirá algo igual, ya sea calcetines térmicos o bufanda, una botella de vino o quizás whisky, su atado de cigarros si se es adicto a esos “cilindros nicotinosos fácilmente aspirables”, como los llamaba Edmundo “Bigote” Arrocet, o bien el último libro de su autor preferido. Puede ser que lo inviten a comer  afuera o su buen asado en casa, porque hasta a Darth Vader, le dará un obsequio Luke Skywalker en el Día del Padre.

En mi caso, también ocurrió, mi hija menor que estudia en el norte me envío unos guantes y gorro para capear el frío austral y la mayor, que ya está trabajando, se extralimitó y me obsequió un Apple Watch, esos relojes inteligentes que están de moda y sirven no solo para ver la hora, también recibir correos, whatsapp, controlar la frecuencia cardiaca, además de medir cuántos kilómetros recorre uno al caminar o trotar y un montón de aplicaciones mas.

“Pero, hija, no es necesario que gastes tu sueldo en mí, ocúpalo en ti”- le dije como haría todo padre.

-Harto que tú has gastado en mí- respondió.

Lo cual ¡vaya!, que me sorprendió, porque sé bien que para nada he sido, soy, ni seré un padre ejemplar.

Ella misma vinculo el Apple Watch a mi celular y salí a caminar, a los primeros pasos todo marchaba bien, pero como carezco de musculatura, mis brazos son puro huesos y pellejo, el aparato en mi muñeca nadaba, quise ponerlo en el tobillo, pero deseché la idea, nadie creería que es un reloj inteligente, sino más bien una tobillera electrónica de las que coloca Gendarmería a las personas como medida alternativa a la prisión efectiva.

Lo bueno de caminar es que uno solo se preocupa de marchar, como es casi un acto reflejo, tiene uno tiempo de divagar, pensé, entonces, que debía agradecer al terapeuta de mi hija, lo ha hecho fenomenal, quizá para mi cumpleaños o bien navidad, me llegue de regalo un auto nuevo.

Pero, como soy escéptico, dudo de todo y por cierto de mí, recordé que hace un tiempo mi hija esta con la peregrina idea de tener otro cachorro en casa, el que, por supuesto, al igual que con las otras dos perras, quien se hará cargo de darle comida, limpiar sus suciedades y sacarlo a pasear, no será otro que yo.

Comentarios