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Complejo de súbditos

 La muerte de Isabel II de Inglaterra, demuestra que la nobleza es universal y aunque muchos reyes y faraones se creyeron dioses es, también, terrenal fallecen como cualquier mortal, por supuesto con los privilegios, beneficios y debidos cuidados por nacer en cuna de oro. 

La partida de Isabel II, traerá un poco de tranquilidad a nuestra alma nacional,  no es porque nos consideremos los ingleses de América, ni porque el padre de la patria que nos independizó tuviera apellido anglosajón, ni porque Pinochet, al ver que nuestros vecinos estaban  soberbios, famosa es la expresión del general argentino Luciano Benjamín Menéndez, “si nos dejan atacar a los 'chilotes', los corremos hasta la Isla de Pascua, el brindis de fin de año lo haremos en el Palacio de la Moneda y después iremos a mear el champagne en el Pacífico", llevó a Pinochet, astuto como era, a que durante la Guerra de las Malvinas, optar por apoyar a Inglaterra.

Pero tampoco, porque el único lugar que el dictador estuvo detenido por sus crímenes contra los derechos humanos fuera en Londres, aunque en una clínica. 

Sino más bien porque la socialité, en lugar de la sanidad y el resultado del plebiscito, se tomará los matinales, descansaremos de los médicos, expertos sanitarios y electorales, situación que tendrá su clímax cuando en una imagen del mejor reality bizarro del siglo XXI en la Abadia de Wetsminster el arzobispo de Canterbury coloque en la cabeza de Carlos III la corona real, mejor que estar viendo juego de tronos.  

Muchos compatriotas, que hacen gárgaras por la desigualdad y la meritocracia en Chile se emocionarán por la muerte de “su majestad Isabel” y, quizás, para sus adentros, dirán "qué lindo es tener una monarquía" “La reina ha muerto, Dios salve al rey”, olvidando aquello de “por rey jamás regida ni a extranjero dominio sometida” y que nuestros padres fundadores lucharon por liberarnos de una, aun cuando el primer grito independentista de la junta de gobierno fuera una eufemística queja  diplomática con  la presunta lealtad a Fernando VII que estaba encarcelado por Napoléon Bonaparte, y nótese  que queríamos imitar el ejemplo de los patriotas estadounidenses que se levantaron contra el rey inglés.

Será por eso que los norteamericanos  guardan cierta distancia con la monarquía, es común que con cierta sorna se burlen de la figura real en las películas, pero ocurre no solo en el cine, también en el acontecer diario no hace mucho el Juez Samuel Alito de la Corte Suprema estadounidense refiriéndose al rechazo de un resolución del máximo tribunal, que él redactó,  sobre  limitar el aborto  expresó: "Lo que realmente me hirió fue cuando el duque de Sussex se dirigió a Naciones Unidas y pareció comparar la decisión cuyo nombre no se puede mencionar con el ataque ruso a Ucrania", dijo  el juez.

Pero no somos anglosajones, estamos más cercanos a los españoles, que como sabemos muerto el  Caudillo Franco a su expresa petición, resurgió la monarquía y hoy se da la contradicción en España “¡Ay! qué risa, tía Felisa socialistas y monarquistas”.

Ahora bien, Chile es un país libre, si alguien quiere colocar la bandera a media asta que lo haga, eso sí la iza a tope para el 18, no lo vayan a partear,  porque, a fin de cuentas, tenemos complejo de súbdito, ahí está Luis Dimas el Rey del Twist”, El del Mote con Huesillo, el Rey y la Reina Güachaca, incluso nuestro reciente premio nacional de literatura, Hernán Rivera Letelier contó que en el norte La Reina Isabel cantaba rancheras,

Alguien dirá que soy un resentido social, lo reconozco, no lo voy a negar,  nací y moriré plebeyo, me hubiese gustado poseer un castillo de verano en Balmoral, pero vivo en Punta Arenas los únicos castillos que podría tener son de baraja española para jugar al truco, en que las cartas más valiosas no son las de monarcas sino el as de espada y el de garrote; no puedo hacer castillos de nieve -nunca hice por cierto- porque ya no nieva; aunque el verano es un tanto caluroso no como para levantarlos de arena en la playa de Colón en Punta Arenas, en la Costanera de Natales, Porvenir o Puerto Williams, tampoco en la hermosa Laguna Sofía, por más que este sea para mí el lugar más hermoso del mundo; y los muchos castillos que me construí en el aire, si bien no se me esfumaron con el resultado del plebiscito, el viento me los voló hace rato.

Comentarios

  1. Y el autoproclamado "rey de la Araucanía y la Patagonia", Orélie Antoine de Tounens

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  2. Excelente!!!! Especialmente el remate de los castillos en el aire Carlos Peña

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  3. San Martín en 1823 en Londres, nos ofreció varias veces como territorio para un reinado ...

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